Esquizofrenia...

Querido amigo imaginario:

Quiero por medio de esta carta despedirme de ti. Toda la vida pensé que eras real y en verdad llegué a depender de ti. Me trajiste durante muchos años alegría, felicidad, diversión, sensaciones para mi desconocidas, mariposas en la panza, el sentir como mi piel se erizaba, esa ansiedad de esperar una llamada, ese ánimo de levantarme y arreglarme para verme hermosa, esa sensación de no estar sola, pasar un día entero buscando la canción que se adecuara a mis sentimientos, en fin.. es demasiado lo que tengo que agradecerte.

Ahora, con muchos esfuerzos, a base de muchas lagrimas, dolor, rebeldía contra quienes intentaban advertirme, me doy cuenta que no eres real. Eres un simple espejismo de mis mas recónditos sueños y deseos. Mi cabeza te generó, y en realidad nunca exististe, pero es que se hablaba tanto de ti... en revistas, la t.v., anuncios, etc. Eres poderosa estrategia de mercadotecnia, que al igual que yo, muchos la adoptaron e incrustaron en sus mentes. Afortunadamente hoy veo la realidad, aunque aún me siento un poco confundida, pero será cuestión de tiempo.


Te echaré de menos, es verdad, todas esas sensaciones que te hacen creer que te acercan a la felicidad... pero ahora pienso, que tal vez el sentirte en paz, sin mariposas en la panza y sin cuchilladas por la espalda, se asemeja más a una felicidad real. Al menos, estaré tranquila y la calma será la que gobierne desde este momento mi vida.


Gracias amigo imaginario, gracias por tanto, gracias por nada...