ABSURDO

ABSURDO

lunes, 1 de febrero de 2010

TENGO....


Tengo mi cabeza en otra parte y no puedo recordar donde...
se dice que como somos en lo exterior,
es como estamos en lo interior,
se refleja... como en el cine,
el proyector sería la mente, la película el pensamiento,
el lente... la emoción,
y finalmente la pantalla sería nuestro cuerpo, nuestras experiencias.

En mi pantalla, acostumbro dejar mis cosas por todos lados,
voy a casa de alguien mas y seguro que se quedó algo,
mi celular, llaves, anillos, aretes, cinturones,
guías de estudio, lo que sea, pero siempre dejo algo...

Acabo de caer en cuenta que a nivel emocional y mental,
hago lo mismo,
voy dejando sentimientos, pensamientos, deseos frustrados, planes... por todos lados.
Cuando llego a casa, siento un vacío enorme, porque todo lo puse afuera de aquí.
Mi bien, siempre lo pongo fuera de mí, de lo mío, del límite donde se encuentra lo que en realidad depende de mí.

Tengo 8 kilos de amor despreciado en un lugar donde las cosas con el tiempo se pudren, y ya comenzaron a apestar.
Tengo 10 kilos mas de risas, elotes, hierba, cervezas, abrazos, hermandad, y están regados por todos lados, así que me cuesta mucho trabajo reunirlos.
Tengo unos cuantos gramos de agradecimiento y arrepentimiento en algún bar, donde hoy lastiman a causa de un simple juego seductor, y en verdad lo lamento mucho!
Tengo viajes planeados con nadie para llegar a ningun lado, aunque siempre habrá selva, aunque siempre habrá playa, no se si siempre estarán ahí para compartirlos a su lado.
Tengo un camión de carga lleno de nostalgia, y cada vez mas cotizada...no encuentro donde estacionarlo!

Tengo ganas de volar a donde no exista lo imposible,
y la frustración solo se pueda encontrar en un museo,
en la sala del rechazo... junto al abandono.
Un lugar donde no exista la congruencia,
porque todo se puede, porque todo esta bien visto,
porque la vida en ese lugar, se vive así, como viene...
Se toma como llega y se agradece... se disfruta,
y la única religión....
es saber que la felicidad es el trayecto y no el destino.

Tengo ganas de enloquecer, para así atreverme a crear mi propio mundo, al menos esta vez, todo estaría dentro de mí y dependería absolutamente de mí...
entonces ya no habría vacíos, mi bien, lo resguardaría celosa y herméticamente dentro de mí...

Tengo ya entonces la solución en mis manos, aunque todo lo demás se quede regado...

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